Dentro de las enfermedades que se encuentran estrechamente relacionadas con la depresión y ansiedad, podemos identificar: la gastritis, las úlceras, la colitis, el síndrome de colon irritable, el reflujo gastro-esofágico y el estreñimiento.

Un punto de gran interés es la participación del estrés, donde se han observado sus efectos tanto a corto como a largo plazo sobre las funciones del tracto gastrointestinal, conduciendo a una amplia gama de trastornos gastrointestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome de intestino irritable, las enfermedades funcionales y autoinmunes, la úlcera péptica y la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Los principales efectos que tiene el estrés sobre la fisiología del intestino incluyen:

Alteraciones en la motilidad gastrointestinal

Aumento en la percepción visceral

Cambios en la secreción gastrointestinal

Efectos negativos en la capacidad regenerativa de la mucosa gastrointestinal y el flujo sanguíneo de la mucosa

Efectos negativos sobre la microflora intestinal

Los efectos negativos sobre la microbiota intestinal

Revisa las siguientes lecturas que explican la relación de los trastornos psicológicos con dos enfermedades gástricas; la primera refiere la implicación del estrés psicosocial y los factores psicológicos en la dispepsia funcional, y la segunda, en inglés, describe un enfoque multidisciplinario al síndrome del intestino irritable y su comorbilidad en la salud mental.